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Nervios, cantos, gritos y mucha ansiedad: este es el clima que vivimos en Madrid el miércoles, horas antes del duelo entre el Real y el Atlético en la Liga de Campeones. La voluntad entre los aficionados es que a continuación, iniciar el partido, que puede ser decisiva para la temporada de los dos equipos de la capital. Los colchoneros están fuera de la lucha por el título nacional, y los merengues dependen de los resultados de Barcelona. Razones que hacen que este juego merece un puesto en las semifinales de la máxima competición continental, de suma importancia para los aficionados rivales.
Se espera que tres mil aficionados del Atlético de Madrid en el Bernabéu, pero, por razones de seguridad, van a reunirse y escoltado por la policía justo antes del inicio del juego. Sólo unos pocos fanáticos aislados con la camiseta del colchoneros ya están en la zona del estadio, pero van a ver el partido de los blancos y no en la zona reservada para el "Frente Atleti", organizado los colchoneros que prometieron apoyo del primero al último minuto Simoene el equipo.
Mientras tanto, los merengues, jugando en casa, aprovechan para beber, tostadas y pasar el rato antes del partido. Hay muchas camisas Blancas que se agolpan en los restaurantes y bares de la zona del estadio. En el momento de la partida, será de 78.000 aficionados merengues unidos por el sueño de ser el primer equipo en ganar dos Champions consecutivas.
Se espera que tres mil aficionados del Atlético de Madrid en el Bernabéu, pero, por razones de seguridad, van a reunirse y escoltado por la policía justo antes del inicio del juego. Sólo unos pocos fanáticos aislados con la camiseta del colchoneros ya están en la zona del estadio, pero van a ver el partido de los blancos y no en la zona reservada para el "Frente Atleti", organizado los colchoneros que prometieron apoyo del primero al último minuto Simoene el equipo.
Mientras tanto, los merengues, jugando en casa, aprovechan para beber, tostadas y pasar el rato antes del partido. Hay muchas camisas Blancas que se agolpan en los restaurantes y bares de la zona del estadio. En el momento de la partida, será de 78.000 aficionados merengues unidos por el sueño de ser el primer equipo en ganar dos Champions consecutivas.
